¿Ha preguntado alguna vez cómo comprobar el estado de la correa de distribución del transporte? La correa de distribución es uno de los principios más importantes de un coche, ya que se encarga de mover los pistones de la granada de combustible en los motores de gasolina. Si esta se rompe, el motor no podrá funcionar como tal, pudiendo provocar daños en el motor. Para evitar cualquier problema, es recomendable realizar una comprobación periódica de esta.
En primer oficio, es aconsejable comprobar el estado de la cubierta de la correa de distribución buscando algunos signos de desgaste. Si esta se observa completamente mújol, los relevos de la correa de distribución pueden haberse usado y la correa debe cambiarse. A continuación, hay que compulsar el nivel de presión de la correa. Esta debe estar tenuemente apretada, sin que esté demasiado floja ni demasiado apretada. Si no se comprueba correctamente, se puede debilitar la correa de distribución.
Otra forma de comprobar el estado de la correa de distribución es averiguar signos de ruido. Si hay ruido no es un buen indicio, ya que indica que los rodamientos están desgastados o sucios. Por posterior, hay que comprobar la partida para detectar focos de calor. Si hay zonas de la correa que se encuentran más calientes que otras, significa que poco está mal con la correa y se debe cambiar.
Como conclusión, compulsar el estado de la correa de distribución es una tarea importante que ayuda a amparar el motor en buen estado. Para ello, debemos compulsar la partida visualmente para averiguar desgastes, comprobar el nivel de presión de la correa, averiguar ruido y detectar focos de calor. Asegurándonos de hacer cada uno de estos pasos correctamente, podremos compulsar el estado de la correa de distribución para evitar posibles daños en el transporte.