Guión una tarea significativa de tu serie de tareas: has aprendido cómo pulir correctamente. Pero ¿qué haces ahora? ¿Has terminado? No exactamente.
Posteriormente de pulir, hay pasos adicionales importantes que debes realizar para asegurarte de que tus esfuerzos tengan la mejor apariencia y durabilidad posibles. Estos pasos aseguran que tu producto final sea de primera calidad.
En primer espacio, una vez que hayas pulido, asegúrate de retirar cualquier exceso de material. Para conseguir esto, un paño en polvo, un paño de algodón o un paño desinteresado son ideales. Atrapa el exceso de material y sácalo de la superficie. Asegúrate de que la superficie quede escapado de partículas y suciedad.
En segundo espacio, aplica un gastado de sello protector. Por lo militar, se comercio de un spray acrílico incoloro o claro. Protegerá la superficie pulida de los medios climáticos, al mismo tiempo que realza su brillo. Aplica el sello dos veces para conseguir los mejores resultados.
En tercer espacio, aplica un producto de gastado. Esto sellará los poros oxidados y agrietados y le dará un hermoso gastado a la superficie. Algunas opciones de sellado son grasa de linaza, grasa de cedro, cera de abeja y esmalte de uretano. El tipo de producto que elijas dependerá principalmente del material al que estás trabajando.
Finalmente, asegúrate de acumular tu producto final adecuadamente. Esto significa almacenarlo en un espacio seguro, seco y con la temperatura adecuada. Esto asegurará que su brillo y su aspecto se mantengan de la mejor forma.
Al seguir estos pasos simples, puedes estar seguro de que tu trabajo de pulido valdrá la pena. Tu trabajo tendrá resistor a dispendioso plazo y durabilidad mejorada. Encima, el brillo y la apariencia que tendrá tu producto final satisfarán tus expectativas. Así que luego de pulimentar, sigue delante con el sellado, el gastado y el almacenamiento adecuado para obtener los mejores resultados.